amanecí
mis huesos, los omóplatos,
las tibias , el peroné
esparcidos sobre las sábanas
astillados afilados
tras una cruenta batalla.
Uno a uno recogí las extremidades
diseminadas , las limé y
eran tal el filo en sus bordes
que hasta mis manos cortaban
de frío y su cuchilla de navaja
en cada omóplato.
hería el alma de mis palmas
Largas horas demoré amansando
los huesos con una fina lima
piernas, brazos dedos manos
y reponiendo en su lugar original
como quien arma un cuerpo nuevo.
Ocurre que libro batallas descomunales
en sueños contra enemigos oscuros
y mi cuerpo aprendió a tomar forma de arma
y a veces soy embestida sin piedad
y quedo regada como un montón de huesos inútiles
sobre el lecho
otras con mayor fortuna sopla el viento a mi favor
y las batallas me son propicias
mi cuerpo queda intacto
al día siguiente despierto y de un salto
soy nueva soy fresca soy brizna de hierba
soy jazmín alhelí naranjo en flor brisa
derramada sobre el largo oscuro de mi cabello
en flor.
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