los muchachos aprovechábamos los momentos de descanso entre la recolección de peces y las perlas para espiar a las mujeres
ellas recostadas sobre la duna unas desnudas otras más cubiertas y hermosas aún las señoras aquellas sostenían con paños de
el pecho resultaban misteriosas y tentadoras a nuestros ojos núbiles
las mujeres eran ajenas por completo a nuestras miradas se levantaban con aire soberbio y los pechos más blancos y esplendorosos que jamas vimos por allí y se dirigían al mar a la orilla sin pisar los peces y nos provocaba servirles de guía hablarles un ratito enamorados por completo de cada una de ellas
la mujer de la orilla , era mi amada, ella se sumergía en la espuma y salia espumada salada tenderse recibir el sol tranquila sin hablar con nadie. Los senos escarchados de arena brillaban al sol como piedras preciosas escarchadas y era un gusto en la boca en mis partes de abajo duras durísimas contemplar la escena yo soñaba retirar con mi lengua los granitos de arena de cada pecho suavecito a besos con la lenguita
sin que ella se diera cuenta sin molestarla solo por el gusto de sentir su piel en mis labios de muchacho besar sus pezones de escuchar suspirar como mis primas cuando jugamos y yo les meto mano pero a estas señora quiero amarla como grande con gemido y todo con respiración entrecortada como he sentido a la vecina cuando su enamorado la besa y la acaricia contra la pared o en el cine
yo no tengo enamorada todavía porque paso todo el tiempo recogiendo peces y contemplando a mi señora soñando con ella embelesado cabeza caliente cada vez peor. se van a dar cuenta en mi casa no me importa porque me voy a terminar mandando un día de estos total y tengo 15 años y las señora está solas y necesita cariño amor no ? y yo no tengo más pensamiento que ella y sus senos hermosos y relucientes al sol.
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