Y saltando, chillando , pateando espuma caballitos de mar
riendo con lágrimas, risas mocos
como los locos
única forma genuina de reír
gritando y mojándose entre sí
en danzas frenéticas
movieron sus caderas
libres de ataduras
el sexo henchido
palpitando como el corazón
de una bestia irracional
presta a devorar
tendieron boca arriba
las piernas separadas
pues ya con
el sexo eran sus senos
su vulva carmesí dilatada
clamaban guturales desde las profundidades
de las cavernas
del deseo postergado
clamaron desesperados
a sus dedos a las manos
a cualquier ser que alivie
una boca , la lengua
una cabeza que se interne
y alivie el fragor del incendio
en el cuerpo, en los senos
invocando por fin la paz
el sueño.
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