Y saltando, chillando , pateando espuma caballitos de mar
riendo con lágrimas, risas mocos
como los locas
única forma genuina de reír
gritando y mojándose entre sí
en danzas frenéticas
movieron sus caderas
libres de ataduras
invocando el sexo henchido
palpitando como el corazón
de una bestia irracional
presta a devorar
tendieron boca arriba
las piernas separadas
por cada poro
derramada en lluvias intermitente de rocío
eran sus senos
la inmensa vulva carmesí
su orquídea palpitante
el corazón el alma latiendo
clamaban guturales desde las profundidades
de las cavernas vociferando
su deseo entre mares salinos
movimientos sísmicos ultramarinos
y tomaron las cabezas
de los muchachos las muchachas
con palabras dulces en los oídos
sus lenguas ávidas los sexos inhiestos
así dirigíeron ellas su propio placer
a lo lejos contemplamos
la danza nueva de los muchachos y chicas
amansebadas entre los senos grandes duros
succionando pesones internandose en los secretos
de las vaginas y los muchachos en fila
para clavar el sexo en aquellas mujeres
incansables según ellas indicaban
mucho tiempo después recuerdan la historia de aquellas mujeres
de la duna de arena que desearon y tomaron para sí el placer de los lugareños para bien de los muchachos y muchachos.
cada semana bajan ellos de sus casas a su visita a aquellas mujeres felices y libres.
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