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martes, 2 de junio de 2015

la mujer a mi costado chilla como una gaviota herida
sus graznidos hiere oídos de los seres de la duna
patea a un enemigo invisible, la señora de mandil blanco 
intenta aplicar un calmante
ella exige su  regalo, 
todos exigimos el regalo de cumpleaños que la mujer de mandil blanco retiró con agilidad de ilusionista.
Aplaude grita feliz la mujer a mi costado , yo  nunca  ajena a la injusticiao bservo a la mujer del mandil  resignada ofrecer la caja de dulces  no quiere problemas no le conviene ellas abusan con las  pobres cuando son ricas  intenta pero bajan la cabeza al final
la mujer a mi costado  aplaude grita feliz yo aplaudo con ella en la duna remota de un lugar incierto.

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