la mujer a mi costado chilla como una gaviota herida
sus graznidos hiere oídos de los seres de la duna
patea a un enemigo invisible, la señora de mandil blanco
intenta aplicar un calmante
ella exige su regalo,
todos exigimos el regalo de cumpleaños que la mujer de mandil blanco retiró con agilidad de ilusionista.
Aplaude grita feliz la mujer a mi costado , yo nunca ajena a la injusticiao bservo a la mujer del mandil resignada ofrecer la caja de dulces no quiere problemas no le conviene ellas abusan con las pobres cuando son ricas intenta pero bajan la cabeza al final
la mujer a mi costado aplaude grita feliz yo aplaudo con ella en la duna remota de un lugar incierto.
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