aquella mañana de luz purísima casi blanca cuando ocurrió la lluvia de flores sobre mi cuerpo desnudo la arena de la playa, la duna hasta la orilla y el propio mar, recuerdo a muchas mujeres recolectando flores azules rojas verdes riendo, atorándose de pura risa entre tallos y flores , hincadas las manos hacia al cielo como quien agradece un milagro.
ellas niegan dicen jamás vieron nada nunca vieron la lluvia de colores
que caía sobre sus cabezas
en fin que haré si yo sé que es verdad
yo lo vi
recuerdo todo y espero cada mañana muy temprano en la duna antes que llegue nadie acaso llegue el festejo del cielo
y si no soy dicha pura con mi lluvia de arena tibia sobre el rostro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario