Era tan difícil vivir ,  horrorizada por las acusaciones falsa de quien fuera su amor. Su héroe , impoluto y gran hombre.
 Sentía  tras ella  una boca enorme llena de dientes filosos. Buzón abierto listo a tragársela y sumirla en su temible oscuridad .  El  terror   le tiznaba la piel.
No había sentido jamás un odio tan poderoso contra ella .
Jamás hablaría ella nada malo sobre él, ni sobre nadie . Era en vano , la boca abierta , lista a devorarla la perseguía en sus pensamientos, esa boca inmensa era la cloaca de toda la maldad que ella aún no había conocido. Había sido golpeada, baleada, pero la boca la devoraba y era en todo momento. Y hería más.
Y dolían los dientes filosos desgarrando su piel, el alma, escupiendo luego como una cloaca la mismísima maldad reciclada una y otra vez.