Alicia languidecía, cada minuto era una eternidad.
Intentaba volver a su pasión, los libros.
Carecía de concentración para leer, nada le interesaba.
Vegetaba, miraba el techo.
Sabía que 10 días eran demasiados para salir nuevamente.
Pero si Alicia odiaba la calle, sufría de ataques de pánico.
Su depresión le impedía reflexionar. No estaba en condiciones de salir , solo de tomar las pastillas y ver tv basura.
La última vez se desmayó sobre el cemento.
Temblaba, y además , tenía el dichoso homenaje de la familia de su esposo. Por ello, su estómago sufría, sus articulaciones herían su piel.
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