Recuerdo tu aroma a herrumbre.
a tierra húmeda después de la lluvia
Tus garras eran ásperas,
tenían la sabiduría de tiempos remotos.
Eras el demonio.
Yo mujer fragmentada.
No pude escapar.
Hoy deambulo por calles solitarias
En pos de tu mirada,
del tierno horror de tu abrazo.
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