Te hubiera pedido no ser tan agresivo, era parte de tu encanto, la patanería.
Me gustaba que me celaras , sabías que era tuya, pero las escenas , al menos la de hoy me asustaron.
Pero sé que los poetas somos obsesivos, ardientes y melancólicos y terriblemente posesivos
Y tú te sabías un poeta genial y pronto estarías en Lima y cobrarías tu parte, no ?
María sabía que sus podibilidades de librarse de su esposo y salir con el poeta eran remotas,
pero nadie sabía que pasaría a Diciembre.
De pronto ella se ilusionaba con salir a pasear por el parque como una pareja normal, hablando de poesía, de libros compartidos.
En tanto no tomaras, Paul, todo estaba bien.
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