María no estaba preparada, la pobreza no era su fuerte. Estaba desolada, desesperanzada y lista para vivir el resto de los días que le quedaban sin sus pastillas. Tan necesarias.....
Le había escrito a P, algo como una especie de correo de amor. Nada, ni una respuesta . Parecía que la patanería que a veces era su encanto, hoy le resultaba falta de solidaridad. O quizás estaba muy ocupado estudiando.
Le dolía no saber nada de ese genio posesivo , agresivo, celoso, furioso y demente. Pero ya la había ayudado. Y bastante.
María pagaría en diciembre la ayuda, en dinero y por supuesto, sus necesidades carnales , postergadas, vaya saber cuanto tiempo.
P responde algo, dime si gustaste de mis palabras.
Contesta algo que no sea agresivo, háblame de amor que hoy lo necesito más que nunca.
Bueno , era mucho esperar , no?
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