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martes, 4 de agosto de 2015

Amanecí ,  la piel cubierta de piel
y mis manos y mis pies volvieron a ser  las  garras 
de loba cazadora, que fui alguna vez.
Fui hacia aquella cumbre y aullé ,
toda mi manada respondió.
Me interné en el bosque, 
cacé la pieza más hermosa
que pude encontrar .
Mi manada y yo devoramos la carne
hasta la madrugada.

Es bueno volver a sentirse entre los tuyos.

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