Poco a poco
como quien
despedaza
un avecilla,
Asesinaste
Mis sueños.
Pisoteaste
Esperanzas
Sin piedad.
Una vez
Saqueado
El botín
Cerraste la puerta
Yo agonizaba.
Maldito
por tus obras
Deambulas hoy
Demente por
Calles y plazas.
Nadie te dará limosna.
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