Con el rostro pintado de la guerra.
Troto como una apache horas de horas
Así huyo de mis miedos.
Y de los enemigos.
Le doy la espalda a la locura.
Aquella maldita que me visita en verano.
Siento el viento sobre mi rostro.
Es un disfrute, un placer sentirme sana.
Al terminar mi ronda, lavaré las marcas de guerra.
No apareciste hoy, locura.
No escuché tus palabras de odio en mi oído.
Lavo mi rostro, escribo un poema
Te he vencido, enemiga.
Al menos por hoy.
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