Vistas de página en total

lunes, 1 de febrero de 2016

Son las primeras menudas gotas de sangre que saltan de mis labios, con las que te enardecen como una fiera.
Hasta que cada poro de mi cuerpo no sangra y yo no chillo de placer en carne viva,  no terminas la faena de amor. Satisfechos y agotados, dormimos a la vera del otro.

No hay comentarios: