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sábado, 27 de octubre de 2012

Aquella noche sentí tus manos arrancando mi corazón.
Lo devoraste con deleite mientras bebías la sangre 
Miraba en silencio como  partías mi cuerpo y mi vida.
En la madrugada salí  con un hueco en el pecho.
Nadie lo notó.
Nadie preguntó
Años después me brotaron flores en el  alma.
Las madrugadas son perfumadas y tengo un cuerpo nuevo.
De tí, solo sé que te destruyes día a día. 
Te alimentas de corazones .
Tu desgracias es no poder amar.

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