Aquella noche sentí tus manos arrancando mi corazón.
Lo devoraste con deleite mientras bebías la sangre
Miraba en silencio como partías mi cuerpo y mi vida.
En la madrugada salí con un hueco en el pecho.
Nadie lo notó.
Nadie preguntó
Años después me brotaron flores en el alma.
Las madrugadas son perfumadas y tengo un cuerpo nuevo.
De tí, solo sé que te destruyes día a día.
Te alimentas de corazones .
Tu desgracias es no poder amar.
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