Con el pesado saco a cuestas
Paso a paso alcanzé mi malecón
Caminado pesadamente lo dejè caer hacia el barranco
Los huesos , los òrganos quemados tornados en polvo
Volaron cenizos hacia el mar.
La brisa despeinó mi cabellera
Aliviada aspiré con fruiciòn la vida.
Sonreí libre y ligera.
Como antes.
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