Te observo allí,
oscilando en tu cada vez más pequeño reducto
mínimo.
no en la plateada luna destellan-te de lo infinito.
Te oteo en la nebulosa oscura
densa de la falacia
Tus movimientos reducidos
sin rasgos humanos ya
derivan
hacia el lodo imposible.
Nada puedo hacer ya por ti.
Intenté dirigir tus pasos
hacia destinos de versos y flores.
No te interesó.
Voraces apetitos de bienes muebles
te gobiernan.
Anda ve,
empacha tus sentidos
enceguece de ambicia
sucia de alma,
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