Aquí no hay reposo, solo entes y sueño embriagador.
No necesitamos comida 5 estrellas,
menos enfermeras con voces delicadas,
que nos envenenan sonrientes día a día.
Reclamamos nuestra libertad, el pensamiento
sin medicación.
Con la uñas rasgaremos las paredes.
Con la boca morderemos la cal.
Retumben sus pies, hermanos como temblor de tierra.
Así los vecinos escucharán nuestro clamor.
que a nuestras voces alcanzarán el cielo.
Caerán ante nuestros pies los muros, el concreto,
la cal, que impiden nuestra libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario