A mi favor digo,
olas, ondas turquesas invaden mi casa
la toman por asalto.
Mar, agua cristalina, pura
manantiales hermosos lloviznan,
rocían dulzuras
envuelven mi cuerpo de ave.
Me sumergen,
derramo.
Nada puede pasar
si tú permaneces a mi lado.
Nada.
Ni apartarme de tu
mirada
del mar turquesa,
de la llovizna del manantial
rocíando mi cuerpo.
Nada.
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