Me derrota el perfume del follaje.
Ya me di cuenta, vence voluntades, enbelesa a los pacientes ,
Así evitan las fugas y la rebeliones
Antes de las primeras luces, el perfume es inteno .
Me acerco a las plantas a colmar mis pulmones, mis fosas nasales
de su primer olor. Me embriaga los sentidos, como a otros las sustancias químicas. Soy adicta a ese olor.
Entonces ya, mi voluntad no me pertenece más.
Aguardo ansiosa cualquier momento para acercarme al follaje, al ocaso y su último rocío en mi nariz,
Y dormir mansa, Y soñar con las plantas salvajes, frondosas de yerbas y flores, que crecen como enredaderas por todo mi cuerpo.
Me encandilan, y gobiernan mis horas en este lugar hermoso pero cerrado. A siete candados.
Perfumado , hecho a la medida de la sumisión
Comida de cheff, gimnasio cinco estrellas,
Así nos mantienen mansos y contentos.
Y las flores del paraíso ,
pero ay de ti si atreves a atravesar sus linderos.
Una ola gigantesca de mar, tres enfermeros crueles,
te inyectaran un líquido salino. Agua de mar
Dormirás por tres días con terribles pesadillas.
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