Mis pupilas lanzan bengalas furiosas,
si hieres a uno de mis cachorros,
corro tras tu sombra,
tomo tu cuello,
arranco tu lengua,
te arranco la cabeza
solo con la furia de mis ojos.
Tu cuerpo es buen festín de mis crías.
No visites lugares vedados,
ni hinques veneno en tus palabras
Las leonas no tememos a nadie.
Matamos y devoramos con fruición.
Están advertidos .
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