Fui la hetaira , la concubina de un rey Sol ,
que sobrevivió a la muerte.
Arañé la tierra con uñas y dientes,
abrí la fosa común ,donde me arrojaron
junto a mis hijos.
No perdonaron que fuera yo , quien tomara la decisión
de morir por mano propia.
Ni matar a mis propios hijos.
Hube de hacerlo antes de caer en manos de la turba.
Desnuda al sol, mi piel resplandecía en mil colores.
Mis caderas de durazno, mis pantorrillas redondas,
no desaparecerían de la tierra por un capricho del rey.
El ignoró siempre que mi belleza tenía orígenes persas,
y como tal, fui protegida por la magia del rey Persa.
El cortejó mi amor por años, pero era tal el celo del Dios. Sol
que no osé siquiera mirar el ruedo de su manto.
Una vez muerta, invoqué su nombre.
A mi encuentro en el Hades vino,
sopló mi alma y me devolvió a la vida .
No soy más hetaira de un solo rey.
Yo soy la reina Persa, conocedora de los misterios y sortilegios
de la magia ancestral,
Es el tiempo de los lloros y lágrimas para quien fuera el rey Sol .
No busco su mal, pero quiero cobrar cada humillación sufrida,
hasta el último día cuando fui desnuda a la plaza a clamar piedad.
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