Por favor, ponte en mi lugar.
Supon que cada segundo
alguien roba
una gota de sangre de tu cuerpo.
por la espalda
con una aguja inperceptible
coloca luego un gramo de porquería
entre tus cosas,
en secreto.
sístemáticamente
durante meses y meses.
Una noche aciaga,
que no quieres ya ni recordar
encuentras la trampa
tu sangre convertida en morcilla
fotos tuyas , secretos, sueños,
vertidos en un altar de adoración
al demonio.
Gritas, desesperas,
caes en hinojos.
Te llevan cargada
antes de explicar,
sin poder contar
lo ocurrido.
Te condenan
te llaman loca.
A partir de ese instante
lo que declares
es en tu contra.
La chiquilla contempla la escena,
sonríe satisfecha.
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