Aúllo por las noches a la luna,
hincada, en reverencia,
clamo, con uñas y dientes
al sol
arranco uno a uno los cabellos
de mi cráneo, desesperada.
Grito , en medianoche
un lamento largo
por un descanso silente,
sin el asalto traidor de los gnomos,
de los espantos.
aquellos malditos muerden mis músculos,
y estragan mis horas oscuras
con dientecillos feroces.
Sangran mis ojos,
mis encías lloran
de gritar , de espantar con las manos
a los enemigos.
Acaso es mi vida una lucha incesante
contra los monstruos
de mi mente.?
No hay reposo para mi alma,
No hay reposo para mi alma.
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