Aquellos días eran de llantas quemadas y fuego. Y de risas y amores.
Cuán feliz era, sumergida en ese mundo nuevo, inmenso más que cualquier sueño .
Tan intensas eran las mañanas que yo llegaba una hora antes para disfrutar más tiempo la felicidad de descubrir y conocer lo que mi mundo me había mezquinado .
Era la Uni y su primer gobierno de izquierda y yo, del brazo de aquellos, que luego escribirían la historia nacional.
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