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domingo, 4 de enero de 2015

Será mi falta de costumbre,
la ausencia de las calles lejanas
donde hombres  de todas layas 
se reúnen en torno a un café
y a una charla sinsentido.
No se conversa  nada serio
Muchos mienten, otros hablan sobre
asuntos de otros.
Tan pedestre como eso.
Conversar sobre la vida ajena
Distorsionan su propia realidad y
la ajena por divertir a los amigos.
Lo importante es  matar  el tiempo.
 la tarde larga y pesada bajo el sol.
Colmarla de asuntos coloridos.
Sucede que el campeón de cada tarde es  
quien mejor cuenta una historia de mujeres infieles.
No me divierte en absoluto.
Las respuestas son de una banalidad pasmosa.
El ganador de la tarde recibe la mirada de asombro
de los parroquianos. Se le infla el pecho.
Uno , le dijo a mi esposo que debíamos separarnos.
Sé que lo hizo con buena fé.
A mi no me conoce ni de oídas
Ellos  solo imitan la realidad.
Carecen de acojones para vivir
Al terminar la tarde,
se refugian tristemente en su propia ,
pálida verdad.
Donde nada pasa.
Ellos nunca son actores , menos escritores,
Ninguno tiene aquello que exhibe,
ni viajan hacia lugares exóticos .
Todo se hace , se dice para impresionar

Será la falta de costumbre,
la ausencia de las calles lejanas
Hoy llamé al Café Haiti
Mozos de la nueva guardia no te conocen,
Disculpa, no volveré a llamar.
Sucede que las pesadillas me asaltan.
Te necesitaba cerca.
Era la hora de tu café.

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