Soplen vientos, sopla brisa, soplen para arrimar las nubes , el sol vuelva a brillar.
Los campos de espigas amarillas se mecen al ritmo del viento suave de la mañana.
A lo lejos, parecen lagos mostazas como obras de Van Goh.
Mares amarillos contrastados con el cielo azul, verdaderas pinturas de la naturaleza.
Mi hermosa yegua blanca ama su laar.
Ya perdió el miedo en los ojos, me arrima a la puerta del establo.
Cabalgamos , apeada a su grupa , no existe jinete más orgullosa que yo en toda la comarca.
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