Hace tiempo ya ,
mi yegua blanca está a lista a ganar cualquier carrera.
Me asombro cada día de su magnifico estado físico
de su templanza, del nervio fino, inquieto.
Ella es una yegua de pura sangre.
Hija de dos campeones ,
y como tal fue criada para ganar.
Ella cabalga aún reviente en sangre.
O arde en fiebre , como hace días.
Extremo sus cuidados con amor.
La carrera en el hipódromo . cada día más cerca más.
A su hocico,, la alfalfa verde , la cebada y afrecho para las energías.
Ella lo devora con fruición.
Apeo a su grupa y cabalgamos por las arenas de la playa.
La arena húmeda es mejor que el pasto para entrenar sus patas largas.
Mi yegua blanca, cabalga en la carrera, la mirada fija en la meta.
No le importan los fuetes de los jockeys ni las patadas de los otros caballos.
Mi hermosa yegua
corre a la velocidad de la luz
A su paso el público divisa una figura blanca que de tan blanca es azul.
Acaricio su lomo húmedo de sal, brillante al sol, ella es la campeona, la linda yegua blanca.
Los asistentes todos, se levantan , vitorean, aplauden , silban emocionados por la carrera rasante de mi yegua.
Acaricio su lomo húmedo de sal, brillante al sol, ella es la campeona, la linda yegua blanca.
Una zanahoria como premio , unas palmadas cálidas.
Me abrazo a su pescuezo, la llevo a descansar.
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