1,500 moléculas de sangre recorren mi cuerpo.
Sangre carmesí desde el cerebro acelerado
hasta mis pies de ballerina.
Un torrente incontrolable, rebelde.
Río tormentoso corre por mis venas,
inunda , confunde neuronas, enciende sueños.
Arde mi cuerpo,
la piel se ilumina
al calor de la pasión
que me recorre.
Por los poros escapan gotas menudas
Me ducho, escapan más.
Refriego con fervor mi piel de seda.
Es inútil.
Debo coser mis venas con punto cruz
antes de sucumbir al goteo
del río ardiente bajo mi cuerpo.
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