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Lenguas largas ,  altas, ardientes crepitan en mi mente. 
Neuronas, neurotransmisores, filamentos finos chocan entre sí,
 como un carro chocón  sin control .
Estalla la tormenta de fuego , brasas calientes devoran
ideas, crean imágenes de espanto.
Poemas, recuerdos, papeles varios consumidos .
Al   paso feroz de la tormenta se rinden mis músculos, la dermis, , la epidermis. 
No respeta nada.
El miedo , cierra mi garganta,
La voz  raspa , apagado el grito.
Convulsiona el miedo en mi cuerpo frágil, 
tiembla  hasta los  tuétanos de los huesos.
A pasos de muerte     me tiendo en el lecho.
Apuro la medicina.
Miro a los ojos al Enemigo, envuelto en lenguas de fuego.
Cierro los párpados.
Duermo un sueño pesado.