Atada,
a las barandas de la cama,
rozas con la yema de los dedos,
mis zonas vírgenes .
Las axilas, las corvas de mis rodillas.
resbalas por mi piel de seda,
besas el ombligo
juegas con la lengua,
río por las cosquillas.
Sabes que si detienes tus caricias sabias,
mis músculos se tensan
Los picos erectos de mis montes,
claman,
el vientre llora.
Abro las piernas,
de un movimiento brusco,
volteas mi cuerpo.
Protesto.
Ingresas suave a mis partes inexploradas.
Chillidos de placer resuenan en la calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario