Asomó la nariz por la rendija, y el frío azotó
la punta .
Se atrevió con la cabeza enfundada en un gorro de lana,
emprendió un trote por las empinadas calles , alcanzó y rebasó los límites de sus propias fuerzas para salir del poblado. Se sentía libre , nuevamente. Por un momento, sintió pasos trás ella. FueAl principio de su trote , pero fue una sensación de conservación. Trotó ligera , tal era su entusiasmo que no sintió rezagos de cansancio ni de fuerzas. Hallaría a los mineros ?
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