Adiós muchachito del demonio, - María estaba furiosa. Al menos no sabría más de sus pedidos , de sus ruegos , de sus mentiras por dinero.
Tu vida era una mentira , Josué , en la que acomodabas las piezas para tapar lo triste del piso de tierra, de tu casa de provincia Fuiste el tipo siniestro con esa falsa humildad ,, un personaje creado para inspirar pena y pedir dinero. Hasta ayer pudiste doblegar mi voluntad. Hoy te veo tal cual eres. Peligroso, caprichoso , engreído y por sobre todo egoísta.
Alguien que es capaz de negar a su propio hijo no tiene alma , es un simple patán, solo que mendicante. Qué vergüenza me das .
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