No ceso en mi angustia de perder tu rumbo cualquier día.
De arribar al bosque, no encontrar tus pasos ni tu olor y vagar por horas en pos de ti .
ya ocurrió más de una vez.
Entonces mudo al bosque a esperar tu arribo.
Pecho anchuroso , espaldas de titán y garras afiladas.
Esas son tus señas.
Te amaré desde la distancia.
Evocaré tu torso y galoparé como tú sueles correr por si te entretuviste con otra hembra.
A todos nos ocurre alguna vez.
Yo sí reservo mi piel la sangre para mi exttraño amante.
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