La tarde sabe a óxido ,
una lenta melancolía corroe
las fibras más sensibles de mis nervios
hinca las articulaciones,
hiere cada diente,
es lunes , la tarde opaca, densa.
Espero siempre el sol para mi felicidad.
Y no existe brillo hoy para mí,
ni la sonrisa amable alumbrando la vereda.
Hoy la tarde sabe a clavo oxidado ,
a recuerdos que se niegan a ser olvidados,
duelen en los órganos , lloran su despedida
se niegan a partir.
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