El rostro cruzado por una herida,
- no me molesto en disimular -
Es una huella de las batallas libradas.
No la más cruenta
sí contra un ejército de cobardes,
Estos no muestran el rostro.
A mansalva atacan ,
como enanos miedosos huyen
al clarear el día
Se esconden bajo las faldas de las mujeres
y los gritos de sus propios hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario