El cuerpo ya caliente
mi rostro salpicado de menudas gotas de sal
Es hora de atacar el barranco,
escalar de frente, ligera y ágil,
como la gata que soy
Regresé a recuperar mis predios,
éste , el más amado.
El miedo se esfumó
vengo a dar la lucha,
el pánico no es más
Estiro mis brazos,
alcanzo dos peñascos
en cada mano.
áspera, filosa roca
hiere profunda,
sangro más me impulso
hacia rocas y peñascos más altos.
Abrazo poderosa el pico del barranco
me encaramo ligera a contemplar el mar
orgullosa de vencer las alturas.
Ya nada ni nadie podrá vencerme en combate.
Mi victoria tiene el aroma,
la fragancia embriagadora del mar.
Mañana volveré feliz
a cantar con las sirenas.
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