Ellos no saben
no adivinan
sospechan
o intuyen,
las razones
los motivos,
el origen
del brote magnífico de los girasoles
en mi cabellera.
Refulgen como olas de fuego
tormentas solares sobre mis hombros
Encienden la mirada de quien los mira,
alumbran los días tristes
si te aman como a mi me amaron
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