Los cobardes mandan a sus hijos a combatir.
Las mujeres los defienden como cansinas plañideras
ellos aguardan bajo la cama un desenlace indoloro.
Ellos confiesan a la primera luz en el rostro,
se declaran culpables de cualquier delito,
No el más grave, ser cobarde , no afrontar su culpa.
La dignidad pisoteada.
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