Tomo un baño
para observar de cerca
a mi herida.
Palpita, late como un corazón.
Y ha horadado un hueco de 5 cms de profundidad.
Está infectada de odio,
pues con ese fin me la enviaron.
Sus bordes morados son inmunes a los medicamentos.
Paso un trapo por la hendidura,
llora pus.
Salgo a campo traviesa a llamar a las aves de rapiña,
ellas me traen azucenas y girasoles.
Contra la llaga, nada puedo
En soledad, clamar la ayuda divina
No desesperar.
No enloquecer de angustia.
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