Di hermano, amigo, compañero
si mis palabras orilladas al viento
llegaron a tu oído,
si mi voz traspasó el tímpano y la oreja
los tiempos y la distancia.
Conocedor, por tanto, de las inclemencias de mi salud,
cada vez más frágil,
y de mis amores , rotundos , concretos
reales , como deben ser,
felices,
Di , conocedor de almas ,
si el peso ingrávido de la mía
es mayor , por experiencia que por alegrías.
Y sí , he gozado de los magníficos poderes de la pasión
y mi risa nunca fue tan cantarina ,
sin adioses ni falsos hasta la vuetta ,
como debe ser,
errante pirata.,
de todos loa mares.
l
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