Camino, caigo al suelo.
Las piernas cobran vida propia
Araño las paredes con las uñas
así sostengo mi osamenta de cristal.
Mis pasos, lentos , uno, por uno.
Tomada del poste,
las manos saladas.
Es el Horror dominando
mis piernas,
balanceando mi cuerpo hacia el vacío,
oscuro hoyo profundo,
del que es muy difícil
salir.
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