Evito la mirada de la gente cuando arrastro mi cuerpo por la calle.
Nadie sabe mi tormento,
pintando grisáceo mi rostro.
Ellos ignoran el crujir de los bichos.
Por ello, evito a las personas.
Ellos preguntan,
Ellos indagan,
Enmudezco
¿ Cómo explicar, el gobierno de los bichos en mi cuerpo?
Nadie creería que alojo una colonia de ellos,
que minan mis fuerzas,
espantan mis sueños
con el sonido asqueroso de sus patas.
Es mejor guardarse de las preguntas indiscretas.
Pronto ya no verán el cuerpo trajinado por las fiebres.
Nadie preguntará .
Seré solo un recuerdo.
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