Ahogaré como gatos recién nacidos a los hombrecillos que muerden mi mente.
El dolor cruza mi rostro hace mucho.
No salgo a pasear por miedo al ataque de esos malditos .
Basta ya, lavaré mi cabeza con aguarrás .
Voy a presenciar su caída como pequeños copos.
No molestarán más.
Al menos por unos días.
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