Eras la chica más popular de la universidad.
Cada día, nos sentábamos a contemplar el mar y a reír.
Eramos felices,
Solo yo, traicioné a mi grupo de amigos,
me enamoré del maestro rojo
Han transcurrido más de 20 años.
Sufrí como se sufre una vez en la vida.
Desde entonces, los días de llovizna
pienso irremediablemente en él.
En aquél maestro militante,
en la tristeza crónica
que aparece los otoños,
cuando lo recuerdo.
Maldita pasión la mía,
torció mi vida para siempre.
No lo he vuelto a ver.
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