En aquella época solitaria, pedaleaba con pasión para llegar pronto a mis tesoros. Casonas, quintas escondidas ,de arquitectura afrancesada. Nunca supe quien vivía y si alguna vez pregunté,
supe que los habitantes de aquellas casas eran inquilinos mal encarados que les daba igual vivir en una quinta. Quizás ellos soñaban con habitar mi distrito de ricos aburridos.
Contemplaba las casonas y quintas, las incorporaba en mi mente , las inscribía en mi corazón como propias. Continuaba infatigable el pedaleo, la búsqueda hasta la casa que me hablara de tiempos felices , de otras vidas.
Cuántos tesoros escondidos encontré en las calles olvidadas, maltratadas.
Sigo amando esos barrios , y cuando puedo camino y me detengo en la misma casa donde se inició la pasión por descubrir la belleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario