Yo te amé, a mi manera.
Adoré tu cuerpo de efebo,
las risas por las mañanas.
Traías una tristeza larga.
Trenzamos mi pena y tu tristeza,
aderezamos sonrisas,
buscamos juntos un sol radiante,
que iluminara nuestros cielos grises.
Un tiempo engañamos a las tristeza
Las nubes no escamparon.
Cada uno partió hacia su horizonte.
A zurcir sus heridas con su propio hilo de pescar.
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