Mi piel es una llaga abierta
el alma jirones sangra sin cesar.
¿ No puedes acaso guardar silencio,
respetar mi dolor?
Mis hijos, aquellos niños
nacidos de mi vientre
me dan la espalda
no responden,
me ignoran.
¿Pretendes aún que sonría
cuando los he perdido?
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