Al ataque de mi niña, escupí un insulto.
Me encontré rodeada de gente desconocida.
Vociferaban , sonreían con labios de plástico
Estalló el campo minado.
Las esquirlas se clavaron en mi piel
Dedicaré este sábado a lamer mis heridas.
A nadie contaré que no me participaron la fiesta.
Mis hijos no perdonan mi vida de poeta y otras perlas,
Yo no conozco el rencor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario